Esta receta es con base a un frasco de tomates secos que venden en D1. Técnicamente están listos para consumir, pero son súper salados.
Entonces… sacar los tomates del frasco y botar el aceite, lavarlos con agua varias veces para quitar en su máximo posible la sal… luego cocinar en agua con una cucharadita de azúcar, esperar a que sequen un poco y botar el agua.
En otro sartén poner vinagre balsámico con dos o tres cucharaditas de azúcar y agregar los tomates hasta que reduzca y se impregnen del vinagre.
Los tomates siguen quedando salados pero el vinagre queda dulce, así que la combinación funciona.